Se trata de un presupuesto que no responde a las necesidades de Orihuela, ni es un presupuesto de gobierno, sino que obedece a la voluntad política exclusiva del PP
El grupo municipal de Ciudadanos Orihuela ha votado en contra de la propuesta del alcalde Emilio Bascuñana de presupuesto municipal para esta ciudad para este año 2020. No estamos de acuerdo con este presupuesto porque no es un presupuesto que responda a las necesidades de Orihuela, porque trata únicamente de asegurar las dotaciones de las concejalías del PP para lo que queda de año y asegurar una prórroga cómoda del mismo para 2021, sin obligarles a sentarse a elaborar un nuevo presupuesto.
No podemos compartir el proyecto de presupuesto de 2020 a estas alturas del año porque es cierto que ha sido un año muy complicado por la DANA de septiembre de 2019 y la crisis sanitaria y social por la COVID-19 desde marzo de este año, pero el presupuesto presentado por Bascuñana no da ninguna solución y busca únicamente reforzar presupuestariamente las concejalías populares de cara a 2021, ya que este presupuesto es realmente el que quiere tener el PP el año próximo, prorrogándolo el próximo 1 de enero, sin tener que volver a negociarlo con Cs, algo que deberíamos estar haciendo ya, pero lo que no se ha hecho porque el área de Hacienda ni siquiera ha calculado los ingresos del año próximo, cuando es un dato esencial para saber a qué nos enfrentamos en estos momentos.
El Ayuntamiento de Orihuela no debería, por otra parte, tener problemas para cubrir el gasto superior que haya podido suponer la crisis de la COVID-19, y ello por varias causas:
Primero, porque el Gobierno autorizó a gastar en políticas sociales hasta el 20% del remanente de este ayuntamiento, algo que nos daba un colchón de más de cuatro millones de euros, que podía decidir el alcalde por decreto simplemente dando cuenta al Pleno posteriormente, y de cuya liquidación a día de hoy carecemos de información.
Segundo, porque somos conscientes de que hay concejalías que pueden haber sufrido más esta crisis de la COVID-19, como la de la DANA anteriormente, y necesitan una inyección de presupuesto de aquí a final de año para cubrir gastos realizados. Nunca nos hemos opuesto a esto y estamos dispuestos a tapar esos agujeros presupuestarios mediante las transferencias entre concejalías que sean necesarias, con las modificaciones del presupuesto vigente que procedan. Es evidente que ese camino es posible y más que adecuado cuando se encuentra financiación para estatuas de manera urgente por el PP. Si hay dinero para estatuas, lo hay para necesidades presupuestarias más reales y perentorias.
Tercero, porque hay áreas municipales, como ha manifestado en varias ocasiones la oposición en Orihuela, que tienen su presupuesto prácticamente intacto por el parón de actividad en sus competencias, y que no puede ser que en este presupuesto mantengan sus partidas inalteradas o, incluso, prevean nuevos proyectos que en 2020 son ya imposibles de llevarse a cabo, lo que indica que realmente se está pensando en asegurarse que serán posibles en 2021 con la prórroga de este presupuesto que se pretende aprobar ahora.
Este proyecto de presupuesto nos ofrece grandes dudas de legalidad y de oportunidad. Entre las primeras, que el informe técnico que lo acompaña necesariamente por ley haya sido suscrito por un funcionario interino en labores de Intervención, algo que entendemos que afecta gravemente a la misma legalidad del expediente presupuestario, que en este aspecto nos parece precipitado. En cuanto a la oportunidad nos resulta absurdo que se contemplen partidas de inversión no afectada que han de convertirse en proyectos licitados y adjudicados por Contratación antes del 31 de diciembre. No podemos imaginar que un área como Contratación, gestionada por el PP, sea capaz de sacar en unos días de diciembre contratos por casi un millón de euros cuando no es capaz de sacar en el día a día contratos de la actividad normal de este ayuntamiento. Pero menos queremos pensar que sí puede hacerlo si quiere, pero solo cuando quiere.
Este presupuesto, por último, mantiene previsiones de gasto en determinadas concejalías que no se corresponden con sus competencias, de acuerdo con los pactos políticos de PP y Cs para la conformación del gobierno local en Orihuela, y no ya en este periodo corporativo, sino incluso en el anterior, porque ya se dejaron pendientes de resolver con el presupuesto de 2018, que es el que ha llegado a ser prorrogado actualmente. Solo a modo de ejemplo: no hay otras concejalías en el ayuntamiento de Orihuela más allá de la de Cultura que realicen promoción cultural, por más adjetivos que se le ponga, como desde Cs no se discute que las competencias propias de las concejalías del PP deban ser gestionadas por concejales del PP. Sin embargo, este proyecto de presupuesto sigue contemplando gasto en otras concejalías que debería gestionar Cultura en iniciativas culturales, por ejemplo. Del mismo modo, el capítulo de Personal no tiene el visto bueno de la concejalía de Recursos Humanos, cuando la reorganización del personal municipal y su adecuación a la ley para hacerlo más eficiente es un propósito de este gobierno expresado en innumerables ocasiones. No estamos de acuerdo en mantener estructuras que se han demostrado que no funcionan en perjuicio del ciudadano.
Una a una, las concejalías del PP han visto dotadas determinadas partidas presupuestarias para una anualidad completa, lo que indica que se está preparando más la prórroga de 2021 de este presupuesto que realmente un presupuesto que supla carencias de aquí a final de año, cuando, repetimos, nuestra disposición para esos ajustes es total, sean estatuas o sea gasto social directo lo que haya que ajustar, por lo que esperamos a la otra parte del gobierno local de Orihuela en la mesa para trabajar por cerrar el año 2020 sin apuros presupuestarios, pero igualmente para acordar un proyecto de presupuesto de 2021 que responda a la realidad y a los compromisos que siempre hemos expresado como gobierno con los oriolanos.