7.600 casas en la Vega Baja susceptibles de ser legalizadas a través de este procedimiento, muchas de ellas en Orihuela

Una de las mociones que hemos presentado para debatir en el Pleno del próximo jueves plantea la necesidad que ya hemos reivindicado de habilitar ayudas presupuestarias y estrategias administrativas para impulsar los expedientes de minimización de impacto territorial. Apostar por la minimización desde el Ayuntamiento de Orihuela es apostar decididamente por reducir los problemas ambientales y urbanísticos que años atrás generaron estas viviendas en suelo no urbanizable y que aún hoy generan.

Sin duda, los promotores de estas viviendas son los responsables de esta situación, pero a todos nos interesa proteger nuestro territorio. Ahí la Concejalía Urbanismo-Orihuela y el alcalde -en tanto que edil de Hacienda- deben liderar las soluciones a este problema. Seamos conscientes de que en estos tiempos de zozobra económica pocos darán el paso de apostar por esta vía, pero la administración más cercana, el ayuntamiento, tiene recursos para estimular este procedimiento.

Por esta razón, planteamos los siguientes puntos de acuerdo en nuestra moción:

1️⃣ Incluir en el presupuesto municipal de 2024 una partida específica destinada a ayudas económicas para promotores de expedientes de minimización de impacto territorial en suelo no urbanizable.

2️⃣ Hacer un protocolo ordenado para la solicitud, análisis y valoración, y otorgamiento de las ayudas económicas para promotores de expedientes de minimización territorial en suelo no urbanizable, para su aprobación, en cuanto norma municipal, por este Pleno.

3️⃣ Poner en marcha una campaña de información pública a la ciudadanía dirigida a los propietarios que pudieran en su caso ser promotores de expedientes de minimización territorial en suelo no urbanizable, relativa tanto a los requisitos objetivos y subjetivos para la aplicación de los mismos como de las condiciones socioeconómicas que en su caso puedan establecerse para su otorgamiento.

4️⃣ Coordinar y vincular los futuros proyectos de realización o de adecuación, en su caso, de infraestructuras urbanas de manera prioritaria a los objetivos del proceso de minimización de impacto territorial en suelo no urbano fundamentalmente en el modelo de actuación colectiva de núcleos de vivienda